La Reserva de la Biosfera de Río Eo, Oscos y Terras de Burón. Tiene la particularidad, de ser la primera que es compartida por dos comunidades autónomas, Asturias y Galicia, y engloba a siete municipios asturianos que son CASTROPOL, TARAMUNDI, SAN TIRSO DE ABRES, VEGADEO, SAN MARTÍN DE OSCOS, SANTA EULALIA DE OSCOS Y VILLANUEVA DE OSCOS, todos ellos de la comarca Oscos-Eo. Tiene una extensión de 1.600 kilómetros cuadrados, en los que viven aproximadamente unos 34.000 habitantes.
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Las Reservas de la Biosfera son territorios cuyo objetivo es armonizar la conservación de la diversidad biológica y cultural y el desarrollo económico y social a través de la relación de las personas con la naturaleza.
Se establecen sobre zonas ecológicamente representativas o de valor único, en ambientes terrestres, costeros y marinos, en las cuales la integración de la población humana y sus actividades con la conservación son esenciales. Además, deben cumplir las funciones básicas, de la conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas que contienen, y el desarrollo de las poblaciones locales, donde se promuevan actividades económicas sostenibles para favorecer el desarrollo socioeconómico de las poblaciones locales.
Asturias cuenta con un tercio de su territorio protegido medioambientalmente, y un claro ejemplo de conservación son las siete Reservas de la Biosfera declaradas por la Unesco en el Principado.
Esta zona cuenta con una gran variedad de unidades paisajísticas. Además, su rico patrimonio natural asociado a la desembocadura del río Eo y a los valles de las cuencas fluviales que vertebran su espacio, permite disfrutar de unas hermosas playas como la de Peñarronda y la de Arnao en Castropol, o la playa de Las Catedrales en Ribadeo, y de escarpados acantilados. La óptima conservación de sus formaciones 0forestales son una buena representación de la media montaña cantábrica occidental, y no menos importante es la riqueza etnográfica y arquitectónica de la zona. Los núcleos rurales de Taramundi, San Martin, Santa Eulalia y Villanueva de Oscos son un claro ejemplo de conservación de patrimonio arquitectónico.
“Bosques mágicos, playas únicas y acantilados de vértigo”
En su declaración como Reserva de la Biosfera, la UNESCO reconoce la labor de los vecinos de la zona a favor del desarrollo sostenible, que favorece el crecimiento respetando la conservación de los paisajes, los ecosistemas, las especies y la diversidad genética. Se trata de un paraje que ha sido capaz de superar gracias al buen aprovechamiento de oportunidades para el desarrollo de proyectos pioneros en el ámbito internacional, de sostenibilidad como el turismo rural. Destaca Taramundi, como el primer pueblo con encanto en España donde nació el Turismo Rural. Es un claro ejemplo de implantación de apartamentos rurales, albergues, entre los que destaca “La Rectoral de Taramundi” como el primer hotel rural de España.
La innegable belleza natural del Principado se hace patente en sus cinco territorios reconocidos Reserva de la Biosfera, y en que una tercera parte de su territorio cuenta con alguna figura de conservación.
El occidente de Asturias y la mariña lucense, tiene una flora rica y variada. Destaca sobre todo la magnífica conservación de sus bosques. Los robledales de roble albar (soportan suelos más secos y es frecuente encontrarlos en forma de híbridos junto con el roble carballo), los castañares, abedulares y pinares, así como los bosques mixtos de frondosas, compuestos mayoritariamente por robles, castaños y abedules.
También ocupan un espacio importante los bosques de ribera, formados por aliso, sauces y fresno, y también por arces y avellanos.
En este espacio natural también aparecen otras especies protegidas como el acebo y el tejo. Cerezo silvestre, nogales y laurel completan la flora de la zona. Entre las especies arbustivas o de matorral destacan las escobas, los brezos y los madroños.
El jabalí, el zorro y el corzo con los animales más representativos de esta zona del occidente de Asturias, pero también son muy habituales de sus bosques los pequeños mamíferos como la nutria, marta, garduña, jineta, tejón y comadreja, sobre todo en las zonas con arroyos y roquedos. Rapaces como el ratonero común, el gavilán abejero o el cernícalo vulgar son las aves más comunes que sobrevuelan estos cielos.
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